viernes, 10 de abril de 2015

Crítica

Cuando comencé primero de bachillerato en el IES Miguel Duran, mi profesora de Lengua Castellana y Literatura nos dijo que siempre que escribiésemos algo intrudujésemos algo original o que citásemos a alguno de los grandes. "La educación es el gran motor del desarrollo personal. Es a través de la educación que la hija de un campesino puede convertirse en médico, que el hijo de un minero puede convertirse en jefe de la mina, que un niño de los trabajadores agrícolas pueden llegar a ser el presidente de una gran nación" decía Nelson Mandela. 

Uno de los grandes motores de mi vida, la educación pública, esta siendo atacada por todos aquellos que desean comercializar la educación. En estos últimos años hemos asistido a una política cada vez más reaccionaria por parte del Gobierno de turno, que bajo el pretexto de que la crisis capitalista la tenemos que pagar todos, se ha dedicado exclusivamente a desmantelar el llamado "Estado del Bienestar" mediante sucesivos recortes que tienen como fin la eliminación de los pocos derechos que le quedan a la clase trabajadora, así como continuar con la destrucción de los servicios públicos. 
La educación se está viendo especialmente perjudicada por las medidas del ya "tristemente" conocido ministro Wert, con algunas contrarreformas tales como: masificación de las aulas, pérdida de programas de apoyo a los estudiantes así como también de becas, reducción del número de profesores, aumento del precio de las matrículas universitarias....
Yo me siento orgullosa de haber ido toda mi vida a centros educativos públicos, creo en la educación pública como una escalera para el progreso, el verdadero camino que nos conduce a la igualdad de oportunidades. Por esta razón seguiré saliendo a las calles, manifestándome, defendiendo una educación pública, universal y gratuita.

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