martes, 24 de febrero de 2015

Crítica

¡Buenas! Esta semana, y gracias a mi compañera, tengo asignado el rol de CRÍTICA que consiste en hacer un análisis personal, concluyente y riguroso sobre algún tema de actualidad.
Con este rol me he visto en una disyuntiva, pues son tantos los temas que quiero tratar que ha sido difícil decantarme por uno. No obstante, y ante la difícil decisión, he optado por tratar el tema de la democracia y concretarlo con la existencia de presos políticos. 


¿Democraqué?


¿El fascismo acabó o se cambió de camisa? Una de las peculiaridades de los países democráticos reside en la defensa de la libertad de pensamiento y expresión. En España, nuestra Constitución recoge la libertad ideológica y religiosa, así como la libertad de expresión. En pleno sistema político actual español existen presos políticos comunistas.

Un preso político, según Amnistía Internacional, es cualquier persona física a la que se le mantenga en la cárcel porque sus ideales suponen un desafío para el sistema político establecido. La existencia de presos políticos no es nada nuevo, basta con mirar al pasado para distinguir alguno de ellos. Sócrates, Jesús de Galilea, Galileo, Gandhi, fueron algunos de los “cabezas de turco” utilizados por el sistema político de la época para mantener a la población sumisa, esclava y callada. 

Cuando no cumplen la constitución, hecha por la oligarquía y fascistas que tenían que perpetuar su poder, y encarcelaron a la izquierda que no se arrodilló ante su teatro. Cuando apresan a personas por la presencia y participación en una charla anticapitalista y en apoyo a los presos del PCE(r), siguen hablando de democracia. Cuando en este mismo día, un señor de 57 años fue desahuciado y se arrojó a las vías del tren en Logroño y falleció en el acto (fue un asesinato ya que fue inducido al suicido), siguen hablando de democracia. ¿Me habláis de democracia cuando echan a la gente de sus casas ya sea una pareja joven o una mujer de 85 años? ¿Me habláis de democracia cuando hay personas buscando comida en los contenedores y quieren multarlo por ello? ¿Me habláis de democracia cuando están primero los bancos que las personas? ¿Me habláis de democracia cuando aun hay muertos en las cunetas? ¿Me habláis de democracia cuando escribir poesía, organizar una charla o simplemente ser comunista es un delito?

Dicen que en 1975 murió el dictador Franco, y en el 78 empezó la transición hacia la democracia y la libertad. Sin embargo, la existencia de presos políticos sin delitos de sangre es un hecho, una realidad. Ilegalizan partidos con alternativas, encarcelan a los que luchan por cambiar este sistema que ni el político más mentiroso puede calificar de justo, pues deja explotados en el lumbral de la pobreza. Cuando apoyar a Franco no es delito sino algo normal, no solo ocurre algo demencial y surrealista, sino algo que no deberíamos dejar que pasara.

2 comentarios:

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  2. Aunque como sabes, mis ideales no son iguales a los tuyos, la forma de escribir y de plasmar tus pensamientos son contundentes. Excelente Fatiiiiiiii

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